sábado, 8 de octubre de 2011

Para disfrutar de la oración, tienes que conocer a Dios

Acercaos a Dios, y El se acercará a vosotros (Santiago 4:8)

     Saben cuál es nuestro problema? Que mientras todo va bien, no pensamos en hablar con Dios. Si no nos toca una parte en el culto, no hablamos con El. Cuando el asunto es de vida o muerte, movemos tierra y mar, buscando quién nos ayude a pedirle y nosotros nos humillamos a la máxima potencia. Eso lo podemos ver en el pecador, pero en nosotros, cuando se nos ha pedido: "orar sin cesar".
     Por qué no nos podemos comunicar más con Dios? Qué nos detiene? Pensamos que es solo un listado de cosas para pedir o decir: "gracias por la comida, gracias por papi y mami..." Los jóvenes piensan que eso es para los adultos. Otros, que tiene que mantener una actitud de penitencia, de rodilla, en el mismo lugar, toman la lista y comienzan a "rezar". No es malo, pero te puedes ver mecánicamente actuando. Luego nos sentimos culpables por no tener vida mejor de oración.
     Tienes que ver a Dios como un amigo, en el que confías. Conversa de todas las cosas, grandes o pequeñas. Cómo lograrlo? Tienes que desarrolar esa amistad. Cómo hacerlo? De la misma manera que lo haces con otras personas. Como la de un noviazgo, como la de un matrimonio. La única diferencia es que tu pareja no es perfecta, Dios si lo es. Te ama incondicionalmente, es digno de confianza. Te perdona cualquier cosa, sea pasada, presente y futura.
     Fíjese cuando es un buen matrimonio, hablan de todas las cosas, su comunicación es espontánea, transparente y sincera, no reprimen nada. No tratan de manipular. Pero cuando la comunicación se hace tensa, formal o no existe, los matrimonios se deterioran. Se dice que la mitad de los divorcios son el resultado de una mala comunicación.Gary Smalley, experto matrimonial, dijo que una relación saludable en el matrimonio requiere una hora de comunicación diaria. Esto asegura el continuo desarrollo y profundidad en la relación.
     Así es con Dios, para desarrollar una relación profunda con El requiere tiempo y esfuerzo. Se podrá desarrollar la amistad con Dios en ratos escasos, apresurados y mecánicos o en casos de emergencias solamente? Alguien escribió: "A Dios no se le puede llegar a conocer precipitadamente. NO otorga sus dones a quienes acuden a El de vez en cuando. El secreto de llegar a conocer a Dios y ejercer influencia reside en estar mucho tiempo a solas con EL".
     Si logramos cambiar nuestras actitudes hacia la oración, pensar como un proceso que edifica nuestra relación con Dios y cultivamos un período diario de oración, podemos llegar a ser personas fuertes en ella. Esto hará que nuestras vidas sean transformadas.
    
    Dios los bendiga a todos y disfruten esa relación íntima con Dios!!!

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